Gracias Claudio

Queridos amigos Guzzisti,

No bastan las palabras para describir algo tan humanamente grande e inmortal como nuestro Claudio, el padre de la Casa Guareschi, que nació con L'Aquila en su corazón desde que tiene uso de razón. Desde los 12 años comenzó a trabajar como "garzone" (aprendiz) en el concesionario Guzzi del centro de Parma, su ciudad natal. Desde el principio ser mecánico fue una vocación para él, estamos en los años 50, desde ese momento puso su corazón y su alma en esta actividad. Fundó su taller en 1968, dedicándose exclusivamente a sus queridas Guzzis. Trabajando duro los resultados llegaron y Guareschi Moto pronto se convirtió en un punto de referencia para clientes y entusiastas.

Citamos una frase de Claudio que resume sólo una parte del entusiasmo inagotable y contagioso que siempre le ha distinguido:

"¡La Guzzi deja su huella porque tiene carácter! Es una marca fuerte y arraigada, ¡dará muchas satisfacciones!"

Los niños nacieron respirando el aire de Guzzi, transportados en sidecar por mamá y papá, por toda Europa sin quedarse nunca tirados. Por cierto, el modelo favorito de Claudio es el SPORT de 1972.

Hoy encontramos la misma pasión innata y genuina en sus hijos mayores y en su incansable esposa Loredana, al frente del concesionario Guareschi Moto de Parma, el mismo que fundó con esmero y dedicación desde el primer día.

¡Gracias Claudio!

Su historia continúa...